sábado, 22 de agosto de 2015

Las dos pollas de Don Gil


La verbena de La Paloma, en Madrid

El insulto gilipollas quiere referirse a un grado avanzado de inconveniencia, a aquellos bocazas metepatas a los que generalmente adornan muchas menos luces que estupideces.

Como todos sabemos, por cuanto podemos constatarlo a menudo, la palabra acabó siendo una "distinción" muy utilizada en nuestros días, derivando incluso en otros términos de idéntica intención e insolvencia: gilipuertas, gilorio, gilitonto, gilipicha, arrastrando incluso algunos una cierta territorialidad como giloy (en Madrid), gilinovi (Canarias) o gilindario (Murcia).

¿Pero de dónde viene gilipollas?... Pues en esta ocasión y como casi siempre que las cosas no están del todo claras, existen diferentes teorías, siendo con mucho la más divertida, la castiza que relaciona la descalificación con Don Baltasar Gil Imón de la Mota, quien allá por el siglo XVII fue fiscal del Consejo Supremo de Castilla y Gobernador de Hacienda, un individuo cuya relevancia justificó que hasta llegase a ser alcalde de Madrid y tener una calle a su nombre en el foro, entre la Ronda de Segovia y el Paseo Imperial. 

Tenía Don Gil un par de hijas sosonas y poco agraciadas, a las que gustaba mostrar en todos los festejos, celebraciones y verbenas populares, con la esperanza de que en la exhibición acabasen encontrando marido... La burla en la llegada a estos actos sociales, de Don Gil y sus pollas* (que así se llamaba a las-os jóvenes en la época a la que nos estamos refiriendo) fue lo que acabó generando este curioso insulto tan español...


* En el DRAE se sigue conservando una acepción. 
En Inglaterra serían chicks (polluelas), en Francia Cocotte (gallina).



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