domingo, 23 de octubre de 2016

Señooooraaaaaaaaa!



Tras visitas como la que este año hice al cementerio de Pere Lachaise (París), de la que os informé detalladamente en sendos post de nuestro Forelatos, me planteé alguna incursión indagadora en los camposantos madrileños, aunque resultaron más bien decepcionantes.

Constaté que, al menos de momento: el turismo de cementerios no existe aún, como tal en Madrid, y que nuestros muertos más ilustres no se visitan con la facilidad con la que puede hacerse, con un simple paseo guiado, en otras ciudades europeas. 

Con seguridad la Sacramental de San Justo con el Cementerio de San Isidro serían las más interesantes y las únicas que organizan alguna visita guiada. Les seguiría muy a la zaga el cementerio de La Almudena, con un buen plantel de personajes públicos, sobre todo del mundo del espectáculo (ver aquí).

En el de Carabanchel, más popular y periférico, tan sólo alguna discreta tumba conocida: como el nicho de Gracita Morales, que murió en el más absoluto abandono, ignorada de cuantos hubieron de transigir con el que parecía ser su insoportable carácter... Y es que la chacha nacional, nuestra sor más conocida, aquella a la que debemos películas que formarán siempre parte del elenco cultural de nuestro país, dio a sus más cercanos no pocos motivos para repetir aquello de: "Cómo está el servicio!!!".

Descansa en Paz, Gracita!

EXTRAS DEL POST
Saber más sobre su vida y entierro



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